Improvisar es un movimiento continuo de Estados, un recorrido en forma de flujo donde explorar se torna vertiginoso, porque supone un juego de operaciones realizadas en el instante mismo.
En este juego intervienen el azahar, la incertidumbre, el aburrimiento, la intuición, el error, la adaptación, etc. como factores constitutivos.
Es una tarea compleja pero a su vez liberadora, relacionada con la recuperación de un estado lúdico y creativo muy antiguo.
Improvisar requiere de una presencia total. Ser un animal al acecho. En el teatro Noh (teatro tradicional japonés ) existe una postura llamada " kamae" que se puede traducir como "estar en guardia. En esta posición aparentemente estática, el cuerpo inmóvil contiene una musculatura pronta a movilizar la máxima energía.
Esta es la actitud necesaria para partir hacia la improvisación .
Un cuerpo alerta, conectado, preciso para responder fluidamente a los estímulos, esta preparado para dar el salto al vacío, para asumir al instante. Este cuerpo extrañado, extra-cotidiano, desarrolla una inteligencia diferente, que no responde a los deseos personales sino a una fuerza mayor, ancestral.
"lo extra-cotidiano es un modo de acceso
a la existencia autentica"*
El interprete es atravesado por fuerzas que lo transforman, se condensan en el, lo "devienen".
Se recupera así la memoria de los huesos, el saber antiguo se presentiza aquí y ahora en el cuerpo.
Improvisar es asumir un riesgo, transitar un camino de preguntas, donde lo interesante no es hallar las respuestas, sino cuestionar constantemente.
Desde que lugar improvisar? como devenir en la improvisación? cómo reformular lo ya aprendido (técnicas , entrenamiento, experiencias)?que es estar presente?como apropiarse y reformular el nuevo material que aparece durante la improvisación? Es posible generar una estética de la improvisación? Que sucede con la voz? cómo mantener la improvisación viva a través de tiempo? existe la improvisación como espectáculo?.....
Improvisar provoca preguntas, instala la duda, cuestiona el material personal poniendo al interprete en abismo, desecha toda posible seguridad.
Pero hay que tener en cuenta que todo proceso autentico de construcción implica al mismo tiempo una demolición.
Desde esta demolición este silencio primero, este vacío positivo es que se parte sinceramente hacia la búsqueda de una poética singular del interprete.
"No quiero descubrir algo nuevo, sino algo olvidado"*
* Jerzy Grotowski
Quío Binetti
coreógrafa, interprete danza butoh
Florencia Cima